Análisis del Comportamiento de Compra del Consumidor


Análisis del Comportamiento de Compra del Consumidor

EL MERCADO DEL CONSUMIDOR


Los consumidores finales compran los bienes y los servicios para su uso personal o en el hogar. El mercado de consumo no sólo es grande, sino dinámico.


El primer reto consiste en entender cómo se ve este mercado y de qué manera está cambiando. Para hacer una apreciación del mercado de consumo dinámico se debe considerar: su distribución geográfica, las dimensiones demográficas y algunos comportamientos representativos.


DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA

Se debe revisar los patrones actuales y las tendencias proyectadas en la distribución regional de la población para tomar decisiones que abarquen desde dónde se han de ubicar las tiendas detallistas hasta la mezcla apropiada de productos que se van a ofrecer. Existen tres tipos de distribuciones geográficas generalizadas:


DEMOGRAFÍA DEL CONSUMIDOR

La demografía consiste en las estadísticas vitales que describen una población. Existen variedades de estadísticas demográficas entre las que se cuentan la edad, el sexo, el ciclo de vida familiar, la educación, los ingresos, y el grupo étnico. Todas están relacionadas con la demanda de los productos.

Los cambios en la demografía señalan la aparición de nuevos mercados y la eliminación de otros.

Los datos demográficos son:

EDAD: Los cambios en la distribución por edad son resultado de muchos factores, entre los que se incluyen la calidad del cuidado de la salud y la alimentación. Dos factores clave son: el número de mujeres en edad fértil y la tasa de natalidad.

CICLO DE VIDA FAMILIAR: Las etapas del ciclo de vida familiar (las diversas formas que las familias pueden tomar al paso del tiempo) son determinantes importantes del comportamiento.

Una familia de un solo padre (divorciado, viudo o soltero), con hijos dependientes, enfrenta problemas sociales y económicos muy diferentes de los que se le plantean a una familia de dos padres.

Las parejas casadas jóvenes sin hijos dedican característicamente grandes porciones de sus ingresos a la ropa, los autos y la recreación. Cuando empiezan a llegar los hijos, los patrones de gastos cambian, ya que muchas familias jóvenes compran y amueblan un hogar. Las familias con hijos adolescentes se encuentran con la que la mayor parte del presupuesto se va en alimentos, ropa y necesidades educativas.

Los investigadores han identificado nueve etapas del ciclo de vida distintas cuyo comportamiento de compra difiere:

  1. Etapa de soltería: solteros jóvenes
  2. Casados jóvenes: parejas sin hijos
  3. Hogar completo I: parejas casadas jóvenes con hijos
  4. Padres solteros: jóvenes o de mediana edad con hijos dependientes
  5. Divorciados y solos: divorciados sin hijos dependientes
  6. Casados de mediana edad: parejas casadas de mediana edad sin hijos
  7. Hogar completo II: parejas casadas de mediana edad con hijos dependientes
  8. Hogar vacío: parejas casadas mayores sin hijos que vivan con ellos
  9. Soltero viejo: solteros que trabajan todavía o están jubilados

 Hoy en día, se piensa más allá del estereotipo tradicional de una familia (una pareja casada con hijos) para el desarrollo de los planes de marketing. Hay dos preocupaciones en particular que deben tratar: (1) Proceso de la toma de decisión en las familias actuales y  (2) la duración esperada del convenio de permanencia.

Los adultos jóvenes de ahora son propensos a tener muchos más convenios caseros diferentes durante su vida que sus padres. Por lo tanto, tienden a incluir la duración de un convenio de permanencia en sus decisiones de compra de bienes durables, tales como aparatos o muebles.

 EDUCACIÓN E INGRESOS: La educación tiene un efecto significativo en los ingresos. Un diploma de enseñanza media tiene un valor pecuniario de cerca de 600000 dólares en ingresos adicionales a lo largo de una vida y un título superior (universitario) vale 1.5 millones de dólares. Para familias en las que ambos esposos trabajan (esto es, más de la mitad de todas las parejas), estas cifras de percepciones pueden duplicarse.
  
RAZA Y GRUPO ÉTNICO: La población que pertenece a un grupo étnico es especialmente grande.

 Segmentar los mercados con base en el grupo étnico plantea un reto interesante. Por un lado, la empresa tiene que entender el comportamiento de compra y la motivación de un grupo étnico. Hay casi tanta diversidad dentro de cada grupo étnico como semejanza. Los subgrupos están basados en: ingresos, ocupación, ubicación geográfica y etapa de ciclo de vida con diferentes gustos y preferencias de compra.
Por consiguiente, sería un grave error de marketing dejarse llevar en una dirección equivocada por las cifras y porcentajes agregados en las estadísticas (censos).

Este amplio panorama del mercado de consumo pretende dar idea de su vigor y su diversidad; también  indica que hay muchas formas de describir a los consumidores. El problema es cómo describir de manera más efectiva los mercados particulares.


TOMA DE DECISIONES DEL CONSUMIDOR

¿Por qué es difícil el marketing de consumo? La mezcla de la gente que compone el mercado está cambiando constantemente, no sólo es difícil prever qué programa de marketing funcionará, sino que lo que dio resultado ayer tal vez no funcione ahora…  mañana. Otro desafío es el de entender cómo toman decisiones los consumidores.


PROCESO DE DECISIÓN DE COMPRA DEL CONSUMIDOR

Para lidiar con el ambiente de marketing y hacer compras, los consumidores entran en un proceso de decisión. Una forma de examinar ese proceso es verlo como la resolución de problemas. Cuando se enfrenta a un problema que puede resolver mediante una compra, el consumidor pasa por una serie de etapas lógicas para llegar a una decisión.

El proceso para tomar decisiones de compra no es siempre rectilíneo, pueden existir las siguientes variaciones:
  1. El consumidor puede salirse del proceso en cualquier etapa previa a la compra real si la necesidad disminuye o si no hay alternativas satisfactorias disponibles.
  2. Las etapas suelen ser de duración diferente, pueden entremezclar y algunas pueden incluso pasarse por alto.
  3. El consumidor a menudo se ve en la situación de tomar simultáneamente varias decisiones de compra diferentes, y el resultado de una puede afectar a las otras.
Un factor significativo que influye en la forma en que se toman decisiones de consumo es el nivel de participación, que se refleja en la medida del esfuerzo dedicado a satisfacer una necesidad. Algunas situaciones son de alta participación. Es decir, cuando surge una necesidad el consumidor decide reunir y evaluar activamente información acerca de la situación de compra. Estas compras entrañan las cinco etapas del proceso de decisión de compra.

Aunque es riesgoso generalizar por los diferentes que son los consumidores, la participación tiende a ser mayor en cualquiera de las siguientes condiciones:
  1.  El consumidor carece de información acerca de alternativas para satisfacer la necesidad.
  2. El consumidor considera que es grande la suma de dinero involucrada.
  3. El producto tiene considerable importancia social.
  4. Se ve que el producto tiene potencial para proporcionar beneficios significativos.
La mayoría de las decisiones de compra son para productos de precio relativamente bajo que tienen sustitutos aproximados, aceptables, y que, por ende, no cumplen con ninguna de estas condiciones.

Estas situaciones de baja participación, en las que el consumidor se salta o pasa muy rápidamente por las etapas 2 y 3 del proceso de decisión: identificación y evaluación de alternativas. Ejemplos características de las situaciones de baja participación son la mayoría de las compras que se hacen en los supermercados, las misceláneas y las ferreterías.

La idea de participación plantea dos cuestiones de marketing importantes: las compras de lealtad y las de impulso.

La lealtad existe cuando un consumidor, por experiencia, está suficientemente satisfecho con una marca o un detallista particular que compra siempre que tiene la necesidad sin considerar otras alternativas. Esta es compra de baja participación porque la decisión no requiere que se obtenga y analice información. Sin embargo, el producto puede ser muy importante para el consumidor.

La compra de impulso, o compra con poca o ninguna planeación, es también una toma de decisión de baja participación. Un comprador que espera en la cola de la caja de una tienda de comestibles, ve el encabezado “Avión extraviado desde 1939 aterriza en aeropuerto local” en un diario y lo compra para satisfacer su curiosidad, con lo que está haciendo una compra de impulso.

Las ventas al detalle de autoservicio, de exhibidor abierto, han condicionado a los compradores para que hagan más compras de impulso. Los investigadores de marketing han descubierto que está aumentando la proporción de compras no planeadas (o impulsivas).

Por el crecimiento de este tipo de compra de baja participación, hay que hacer mayor énfasis en los programas de promoción, como señalización o los videos en la tienda que muestran los beneficios del producto. Asimismo, hay que crear exhibidores y empaques atractivos, porque éstos hacen las veces de vendedores silenciosos.

Tenga en cuenta que las etapas pueden tener que adaptarse a las circunstancias de una situación de compra particular. La participación tiene que verse desde la perspectiva del consumidor, no del producto.


INFORMACIÓN Y DECISIONES DE COMPRA

Mientras los consumidores no sepan qué productos y marcas están disponibles, qué características y beneficios ofrecen, quién los vende y a qué precios, y dónde se pueden comprar, no habrá proceso de decisión porque no habrá decisiones que tomar.

Existen dos fuentes de información de compra: el ambiente comercial y el ambiente social.

El ambiente de información comercial se compone de todas las organizaciones de marketing e individuos que tratan de comunicarse con los consumidores; comprende a los fabricantes, detallistas, anunciantes y vendedores, siempre que estén, cualesquiera de ellos, en la labor de informar o persuadir.

El ambiente de información social comprende a la familia, los amigos y conocidos que directa o indirectamente proporcionan información acerca de los productos.
  
INFLUENCIAS SOCIALES

Las fuerzas sociales determinan en gran medida la forma en se piensa, se cree y se actúa. Y las decisiones individuales de compra, incluidas las necesidades que se experimentan, las alternativas que se consideran, y la forma en se evalúan, se ven afectadas por las fuerzas sociales que nos rodean.

Las fuerzas sociales se extienden en dos direcciones: la composición psicológica del individuo y el proceso de decisión de compra.

Las influencias sociales más comunes son: (1) cultura, (2) subculturas, (3) clase social, (4) grupos de referencia, y (5) familias y hogares.

INFLUENCIAS PSICOLÓGICAS

Las influencias psicológicas son uno o más motivos que activan dentro de una persona el comportamiento orientado a metas. Una de tales conductas es la percepción; esto es, el acopio y el procesamiento de la información. Otras actividades psicológicas importantes que tienen una función en las decisiones de compra son el aprendizaje, la formación de actitudes, la personalidad y el autoconcepto.

Las influencias psicológicas están influenciadas por la Jerarquía de las necesidades de Maslow.

INFLUENCIAS SITUACIONALES

La influencia situacional es una fuerza temporal asociada con el ambiente de compra inmediato que afecta a la conducta.

Las influencias situacionales tienden a ser menos significativas cuando el consumidor es muy leal a una marca y participa muy profundamente en la compra; sin embargo en muchas ocasiones tienen una función importante en las decisiones de compra.

Las cuatro categorías de influencias situacionales se relacionan con el cuándo, dónde y cómo compran los consumidores, así como las condiciones en las cuales lo hacen.